A principios de este curso retomé mi vida jogger durante algo más de un mes. Sin embargo, el día de la carrera que dio lugar a mi primera entrada en este blog fue mi último día de jogger-caminadora de 2008. Con el buen tiempo, el comienzo del nuevo cuatrimestre y con las exigencias de mi enfermera también volvieron mis ganas de correr, esta vez con fuerza.
Hace un mes aproximadamente salí de nuevo a correr, como siempre, nada especial, sólo que intentaba hacer más tramos "camina-corre" porque así, al final corría más tiempo.
Pero el gran día estaba por llegar. Debí postearlo en su momento pero mi espíritu procrastinador no me abandona ni para esto. Podéis apuntarlo: 8 de marzo de 2009. Mi primera vuelta entera a Villanew corriendo.
Hagamos un pequeño matiz: yo no corro, yo hago algo parecido a correr, ¿jogging? no lo sé. El caso es que ese domingo iba a ir a "correr" como de costumbre, sin embargo empecé a un ritmo más lento, procurando llevar las pulsaciones dentro de la banda que el pulsómetro dice que es la chachi. Cuando llegué al final del caminito sin haber parado a caminar ya estaba feliz y contenta, a pesar de que la distancia no debe llegar ni a 1Km. Pero no me paré y seguí el resto del camino. Llegué a casa con un bloque de cemento tembloroso en donde antes habían estado mis cuádriceps pero con una gran sonrisa.
Desde entonces no he vuelto a "caminar-correr" y me encanta. No sólo porque una vocecilla sigue sonando en mi cabeza: "tienes que caminar por lo menos una hora diaria", sino porque cuando voy a correr me siento mejor. He descubierto un método estupendo para descargar adrenalina y olvidarme de las cosas del día a día. Ahora me arrepiento de haberle llamado vigoréxico, entre risas, a John Kosovo tantas veces.
Hoy ha sido un día grande. Necesitaba más que nunca hasta el momento salir a patear el asfalto villanovense y dio buenos resultados. Aún tengo que mirar el tiempo y la distancia recorrida, porque de sobra es sabido que soy capaz de andar más deprisa que lo que corro pero da igual. Pulsaciones perfectas, cuádriceps perfectos, tobillos sin dar la lata y el último tramo persiguiendo a una liebre involuntaria tan zumbada como yo para salir a correr a esas horas. Un buen final para un mal día. Sin duda he encontrado MI RITMO.
En fin, otro gallo cantaría si la popular del primer post fuese mañana. Espero que el buen tiempo siga trayendo avances. Lo siento por el coñazo. Otros escriben su diario de entrenamiento en una Moleskine, yo lo hago en blogger, aunque según dicen es para adolescentes.
Nota: para los que no conozcáis Villanueva o los sitios de los que hablo. (Obviamente salgo de casa y vuelvo a ella, pero a mi ritmo de andar habitual, podría contar como correr, sí, pero seamos objetivos)
¡Qué envidia! Ahora estás en la época en la que las mejoras se notan casi de un día para otro... Luego la progresión se hace más suave y ya no es tan reconfortante :) A veces echo de menos las sensaciones que tenía cuando empezaba a correr y llegaba a casa enchido de gozo tras haber hecho cinco minutillos más que el día anterior. Bueno, qué cojones, ahora mismo echo de menos el simple acto de correr en sí :P
ResponderEliminarCuidadín con las lesiones que el running es un hideputa desagradecido...
¿De verdad hay gente que lleva el diario de entrenamiento en una Moleskine? Hay que ser pedante gafapasta... LOL
Sí, cómo lo lees, hay peña muy pedante y gafapasta por ahí suelta...
ResponderEliminarTú cuida la rodilla q así me das ventaja para machacarte en algún sprint... ay no, para, que eso ya lo he hecho.. xDDDDD
:P